miércoles, 31 de octubre de 2012

"Argo", una buena historia


En 1979 el Sha de Persia, Mohammad Reza Pahlevi, se ve obligado a exiliarse ante el triunfo de la revolución iraní, inspirada por el Ayatollah Jomeini. En pleno proceso revolucionario, una horda de militantes radicales asalta la Embajada de USA y detiene a cincuenta y dos ciudadanos estadounidenses. Sin embargo, aprovechando el caos reinante, seis empleados logran escapar del edificio y refugiarse clandestinamente en la Embajada de Canadá.
 
El gobierno americano, con la complicidad del canadiense, encarga a la CIA la elaboración de un plan urgente para sacar a los seis refugiados del país, ante los serios peligros de ser descubiertos y ajusticiados. La CIA echa mano de uno de sus especialistas quien, junto con Hollywood, urde un plan rocambolesco para llevar a cabo la misión.

Este podría ser el resumen de “Argo”, un largometraje cuya historia se basa en hechos reales, que no fueron desclasificados por el gobierno hasta muchos años después. Con este material, Ben Affleck construye un relato intenso y entretenido, en el que la intriga mantendrá la atención del  espectador pese a que el desenlace de la misión sea conocido.

Una película excelente, con un Ben Affleck soberbio tanto en la tarea de dirección como en la de protagonista. Affleck transmite con realismo el opresivo ambiente que se respiraba en Teherán y el riesgo de la operación de rescate. Tarea a la que contribuyen unos intérpretes –especialmente John Goodman, Alan Arkin y Bryan Cranston- que expresan verazmente la angustiosa dificultad de la misión. Como decía, “Argo” mantiene el suspense y una tensión continuada hasta el final, consiguiendo que la historia que nos cuenta nos haga permanecer pegados a la butaca.

Yo me lo pasé de cine. Ah, y sin niños ni palomitas. Como el título del libro de Millás: la felicidad era esto.




martes, 30 de octubre de 2012

El Trueba y los niños


El donostiarra Cine Trueba cuenta con dos salas de proyección y con dos ventajas: la primera, discutible, es que las películas se proyectan en versión original y subtituladas. La segunda, indiscutible, es que no suele haber niños.

Ya sabemos los de mi quinta que a nuestros hijos les dimos una educación manifiestamente mejorable. Lo que no se nos había pasado por la cabeza es que ellos lo iban a hacer todavía peor, salvo las inevitables excepciones, claro.

Entrada a los Cines Trueba
En las cafeterías, en los supermercados o en cualquier recinto, hay que sufrir las carreras de las criaturas, sus gritos y su absoluto desdén por todo lo que no sea de su inmediato interés. Una malísima educación provocada o consentida por sus progenitores, que en su día decidieron que su niño iba a ser el rey de la creación. Eso sí, si se le ocurre a usted llamar la atención a alguno de estos monstruos, enseguida se hará presente el irritado padre dispuesto a corregir la situación, montándole la de Dios es Cristo… a usted, claro, no al angelito.

Y en el cine debe ser culpa de las palomitas, cada vez más crujientes, pero el sistema Dolby de las salas es incapaz de acallar el crish-crash de los infantes cuando rumian una a una las palomitas que han acarreado en el cubo gigante de cartón. Y concluida la pitanza, sacan sus bolsas de chuches, envueltas en un celofán que se ve extendido y aprisionado ruidosamente cada vez que la criatura extrae una de las decenas de gominolas que lleva en su interior. También existe la variante de las pipas, con los tres sonidos de apertura dental, succión y escupitajo de las cáscaras que, si uno no anda prevenido, se las llevará a casa dentro de los zapatos. 

Es menester reconocer que en estas tareas los peques se ven acompañados a menudo por adolescentes y adultos que compiten con ellos en demostrar que siguen en la infancia, al menos mental. El caso es que las posibilidades de concentrarse en la película son tan remotas como intentar leer un libro de poemas en un campo de fútbol.

Bien, pues en el Trueba no suele haber palomitas ni chuches... ni niños, tomen nota. Lo que se agradece especialmente en películas como “Argo”, el largometraje de Ben Affleck que vimos este domingo. Pero eso se lo contaré mañana.


lunes, 29 de octubre de 2012

Por un referéndum

Albert Boadella

Confesaré de entrada mi infinita simpatía por Boadella. Sobre todo por lo que me ha hecho disfrutar con las representaciones teatrales de “Els Joglars”, pero también por esa faceta irónica, desenfadada y natural con la que se desenvuelve, y con la que consigue irritar a casi todo el mundo.

Además de dramaturgo, Albert Boadella es autor de varios libros, como “Memorias de un bufón” (2001) y “Adiós Cataluña” (2007). Ahora acaba de publicar una nueva obra titulada “Diarios de un francotirador”, que me he apresurado a comprar y a leer.

Otro día comentaré el libro, cuyas páginas te pueden llevar de la reflexión a la carcajada, pero ahora me quiero detener en uno de los capítulos donde propone crear “…una asociación que podríamos llamar ‘Que se larguen de una puta vez’. Se trataría de buscar las suficientes firmas para conseguir que en España se planteara un referéndum cuya finalidad sería sacudirnos de encima Cataluña y vivir por fin tranquilos sin el aborrecido ‘problema catalán’… No es tan descabellado encontrar unos millones de firmas para el referéndum de autodeterminación de España…”

Estas líneas están escritas en 2009, cuando el President de la Generalitat era el Honorable Montilla. No quiero imaginar lo que diría Boadella ahora que gobierna, es un decir, el Honorable Mas. El caso es que yo, que solo suelo dar mi firma para causas perdidas, voy a hacer una excepción. No me puedo negar si es Boadella quien la solicita.


viernes, 26 de octubre de 2012

Personas así


En nuestra tierra florecen los emprendedores, los que se atreven con nuevos retos, los que no saben pronunciar la palabra imposible, los que inscriben su nombre en los libros de la historia o en el de los récords. Personas que hacen que nos sintamos orgullosos de tenerles como convecinos, que despiertan nuestra admiración.

Como este hombre, cuyas medallas conseguidas solo se deben a su entusiasmo, a su  esfuerzo y a la dureza de sus convicciones. Una noticia como esta debería haber abierto todos los telediarios, pero el tradicional desdén que nos profesan en Madrid la ha condenado al ostracismo. 


miércoles, 24 de octubre de 2012

Recordar, olvidar...


Leo la entrevista que le dedica Babelia, el suplemento cultural de El País, a Andrés Trapiello en la que el escritor comenta su última obra publicada “Ayer no más”. Es una novela que trata sobre la Guerra Civil y que yo prometo leer en breve.

Del talento de Andrés Trapiello hay que esperar que con este título se incorpore a esa saga de autores –Chaves Nogales, Arturo Barea o más recientemente, Antonio Muñoz Molina- que han dejado huella escribiendo sobre un tema tan espinoso, tan manido y a la vez tan sugerente como es la Guerra Civil española.

La entrevista es muy interesante, pues además de entrar en aspectos particulares como su pasada militancia comunista, que él mismo critica sin ambages, aborda otras cuestiones tan candentes como las de la memoria y el olvido. Y recuerda a Nietzsche, quien escribió aquello de: “Es posible vivir casi sin recuerdos y vivir feliz, pero es imposible vivir sin olvidar”.

Porque en la novela, Trapiello afirma que una paz duradera es imposible sin el olvido, y que la tarea consiste en luchar contra la impunidad sin alentar el agravio ni el resentimiento. Ya ven, una coincidencia con Renan, quien señalaba que un factor fundamental para la creación de un Estado es el olvido.

Pero el entrevistador le lanza a Trapiello la pregunta del millón: ¿Cómo saber cuándo es preferible recordar para hacer justicia y cuándo olvidar para restablecer la paz? Y Trapiello responde con honestidad y con lógica: “No tengo respuesta para eso. No hay leyes que regulen eso, forma parte del pacto entre individuos”.

Y añade una precisión en la entrevista, cuando afirma que “Los pueblos no recuerdan, recuerdan los individuos. En plural recuerdan los nacionalistas, que están agraviados en masa por recuerdos que creen recordar en masa”. Si el Honorable Artur Mas leyera estas líneas, cosa improbable, mostraría su desdén intentando elevar su mentón unos centímetros más, cosa imposible. 


martes, 23 de octubre de 2012

Emotivo empacho



El film "Lo imposible", de Juan Antonio Bayona, se ha convertido en uno de los estrenos más exitosos de la historia del cine, alcanzando en sus cuatro primeros días una cifra de casi un millón y medio de espectadores. Una eficaz promoción de la película sumada a la calidad de sus protagonistas, Naomi Watts y Ewan McGregor, han conseguido despertar de forma inusitada el interés del espectador.

La historia es conocida: un tsunami de proporciones gigantescas se abate sobre la costa tailandesa donde se concentra una parte del turismo del país, arrasando cuanto encuentra a su paso. Como consecuencia de la marea se produce una cifra escalofriante de muertos y heridos, y entre los damnificados una familia de turistas sufre la violenta dispersión de sus miembros y la convicción de que varios de ellos se han convertido en víctimas de la tragedia. La cinta refleja las peripecias de esta familia para sobrevivir y, finalmente, para reencontrarse.

Como se puede apreciar en los anuncios televisivos, la película ofrece imágenes espectaculares de la llegada del tsunami a la costa. Se trata de unos efectos especiales que dotan de un magnífico realismo a las escenas de la tragedia. Esta espectacularidad es un tercio de los elementos centrales de la obra. Los otros dos son la angustia y la emotividad. Yo creo que hay un cierto abuso de estos dos ingredientes que, lejos de servir para salpimentar el relato, no nos abandonarán a lo largo de toda la sesión hasta el punto de producirnos un emotivo empacho. Pese a ello, y pese a una cierta lentitud en algunos tramos, la película se deja ver.


lunes, 22 de octubre de 2012

Elecciones-decepciones


Ayer se cumplían 30 años desde que Gabriel García Márquez recibiera en Suecia el Premio Nobel de Literatura. Lo que se denominó como “realismo mágico”, ese género literario que consistía en mostrar lo irreal como algo habitual, en Euskadi no habría pasado de literatura costumbrista.

Y ayer, sí, fueron las elecciones al Parlamento Vasco, donde se impuso el PNV con Urkullu al frente, quien, tras una campaña sobria y eficaz, se convertirá en el próximo lehendakari. Le siguen EHBildu, PSE, PP -estos dos últimos con un retroceso electoral notable- y UPyD.

Ya se observaba la impotencia de Patxi López para crecer en liderazgo mientras ha ejercido de lehendakari, y sus esfuerzos finales por denunciar que todo el mundo iba a hacer recortes menos él han carecido de credibilidad. Antonio Basagoiti, por su parte, también está demostrando que la frescura y la campechanía, sobre todo si son sobreactuadas, tienen su propio techo electoral.

Me alegro sobremanera de que UPyD haya conseguido mantener el acta de parlamentario de Gorka Maneiro, porque este partido está dando una lección de coherencia y honestidad política. Para mí, la mejor noticia -por no decir la única buena- de estas elecciones.

Y luego está la demostración de que Izquierda Unida es una formación política y, a la vez, un oxímoron. Para hacer honor a su nombre se presentaba dividida en dos formaciones y compitiendo entre sí: Esker Batua y Esker Anitza.  Una apoyada por Cayo Lara y la otra por Gaspar Llamazares, ambos dirigentes de Izquierda Unida. Naturalmente, como es imposible explicar esto de forma racional, se han convertido en extraparlamentarios.

Y lo de EHBildu me parece una mala noticia sin ambages. Que este colectivo sea capaz de mantener en su programa que “tanto la violencia de ETA como las estrategias represivas y de guerra sucia de los Estados español y francés han provocado víctimas mortales y lesiones físicas o psíquicas en las personas”, y que aún así -o quizás por eso- consiga 21 parlamentarios es desolador. En fin, ¿qué decíamos sobre el realismo mágico?


viernes, 19 de octubre de 2012

Lo atletas también comen (y beben)

Beris, con los pulpos humeantes. Al 
fondo, Fano y Brosa con los pucheros.

Ayer tuvimos una nueva cena del equipo Baracefano. Se había ofrecido Mikel Beristain en su día a aportar unos pulpos para cenar, que intentaría capturar en la modalidad de pesca submarina que practica. 

Naturalmente, solo obtuvo la rechifla general: que a ver en Eibar dónde se hace pesca submarina, que si quítales el código de barras a los pulpos que compres en Eroski… incluso hubo algún lenguaraz que prometió comerse crudos los que capturase Mikel.

El caso es que el eibartarra se presentó en la Sociedad de Ategorrieta con unos hermosos ejemplares salvajes que nos obligó a tragarnos las guasas y a farfullar nuestras disculpas.

Asistió a la cena la mayoría del grupo, más Asier y Cristina. Una veintena en total. Las únicas ausencias, justificadas todas ellas, fueron las de Gorka Busto, Kontxi, Aszen, Lupo, Harkaitz, Pello Esnaola, José Mari Amundarain y Rafa Azurza.

Teníamos jamón para picar y después pulpos con cachelos. La preparación corrió a cargo de Juan Carlos Fano, que lo bordó. Los cocinó dejándolos al dente y obteniendo un beneplácito general. De la mar, pasamos a la tierra y nos ventilamos unas hermosas fuentes de cordero asado. Josema Brosa se empleó con su habitual maestría consiguiendo que nos chupáramos los dedos.

De postre, sorbete de limón con cava. Se bebió, sidra y rioja, cual si regresáramos del desierto. Y tras el postre hubo cafés y gin tonics.

Las conversaciones giraron sobre los temas habituales: carreras, lesiones, sexo, comida, no exactamente en ese orden. También se notó una creciente afición a las carreras de montaña. Mariano Arrazola, Carlos Hernando y Mikel Calatayud anduvieron trajinando alguna salida, y eso que faltaba Pello. Por su parte, Aitor Bellosillo quiere hacer la Quebrantahuesos del próximo año, y Pepelu Fonseca con Iñaki Zubimendi y Gorka Busto, el marathon.

Parte de lesionados: Txema, con los isquios; Iñaki Almandoz e Igor Zabalbeitia, rodillas; Juan Carlos Fano, gemelo; Vicente, inflamación de la cintura; Beris, perezitis aguda. Los más finos: Iker Alzate, Igor Ayerbe y Ion Busto.

Y esto fue todo, amigos.


Los participantes en la cena (más el fotógrafo)

jueves, 18 de octubre de 2012

A por él


Abierta la veda contra Lance Armstrong todo el mundo se apresta a coger alguna piedra para participar en la lapidación. Hombre, alguno hay que se opone rugiendo: “¡No le tiréis piedras… a ver si le cogemos vivo!”.

La casa Nike, por ejemplo, ha comunicado la ruptura de sus contratos con Armstrong por “claras evidencias de dopaje”. Como es conocido, la marca Nike es un icono del deporte limpio, faltaría más. Lo que no es óbice para que, según el <Libro negro de las firmas de marca>, Nike haya sido denunciada por empleo de mano de obra infantil y por otras menudencias laborales en sus factorías del Tercer Mundo.

Con Armstrong se repite la historia: de gloria universal a apestado. Pero en fin, al margen de esta vieja hipocresía, me sigue llamando la atención que ningún ciclista, ninguno, le haya denunciado motu proprio. Han declarado contra él sus propios compañeros, pero ninguno de sus rivales se ha escandalizado, ni le ha llamado tramposo. Ellos, los perjudicados, se abstienen de criticarle, de pedir castigo para él, de exigir los trofeos que les arrebató con ventaja. Extraña actitud salvo que… ocurriera lo que usted y yo imaginamos.

Ahora ha salido David Millar insinuando que Miguel Indurain también se metió EPO. Y qué curioso, solo ha habido un manto de silencio. Y nadie se ha llevado las manos a la cabeza, porque a estas alturas del docudrama la noticia sería que algún ciclista no se hubiera metido nada.

Yo no defiendo a Armstrong, ni a Contador (¿o nos seguimos creyendo la historia del filete de la carnicería de Irún?), ni a Schleck, ni a Ulrich, ni a Basso, ni a Vinoukurov, ni a Landis, ni a Millar, ni a Beloki, ni a Heras, ni a Pantani, ni a Hamilton, ni a Ibán Mayo, ni a ese larguísimo pelotón de ciclistas sancionado por dopaje. Digo que el ciclismo se ha convertido en el reino de los fariseos. Todos saben lo que hacían los ciclistas pero todos han preferido mirar para otro lado, cuando no disculpar al infractor, como han hecho las autoridades y los periodistas españoles hasta la suciedad, perdón, hasta la saciedad. R.I.P el ciclismo. Entre todos lo mataron y él solito se murió.




miércoles, 17 de octubre de 2012

Aquí la química, aquí la política



Una cosa comparten la química y la política: su mala imagen. Si ha pensado usted en producir yogures, absténgase de decir que tienen algún componente químico, porque de hacerlo se los tendrá que comer usted con su familia. Tiene que hacer exactamente lo contrario: decir que es natural y que no tiene química. No le digo nada si pretende instalar una industria química en cualquier localidad: comprobará que la alarma vecinal se propaga como la pólvora.

El fallecido cocinero Santamaría criticaba a Ferrán Adriá por ser uno de los responsables de la introducción de la química en los restaurantes. Santamaría no tenía en cuenta que eso en sí no es malo, y que nuestro propio organismo efectúa a diario procesos químicos, como el de la digestión, sin los cuales no sería posible la vida.

Algo parecido está pasando con la política, a la que se le acusa de todos los males que padecemos. Hombre, es evidente que nuestros representantes tienen buena parte de culpa, pero no la política, que será buena o mala según el uso que de ella hagan los políticos.

Pero si lo natural se opone como virtud a la química, la economía hace lo propio con la política. Son los nuevos oráculos los economistas. Es cierto que hay que cuadrar la cuentas y que no es bueno gastar más de lo que se ingresa, pero es a través de la política donde se deciden las fuentes de ingresos –la política fiscal- y la distribución de los gastos. Los economistas deben preocuparse de cuadrar las cuentas y los políticos de que funcione el país. No al revés.


martes, 16 de octubre de 2012

Ojalá volviera


De Felipe González hablo. A pesar de la campechana soberbia con la que se suele despachar; a pesar de la corrupción que se desató durante su etapa presidencial; a pesar de Roldán y del escándalo del Banco de España, y el de los GAL… A pesar de todo, yo le volvería a poner de Presidente del Gobierno.

Y solo por una razón: por su formidable capacidad de comunicación. Y es que este país necesita crédito, probablemente el rescate de Europa, necesita crear empleo, necesita políticas de crecimiento… pero lo que más necesita es que alguien con un mínimo de autoridad hable alto y claro. Ya veremos si le creemos o no, pero al menos que haga el esfuerzo de explicarse-explicarnos.

Le vi el otro día en una programa de la Sexta y en diez minutos sentenció el partido. Bastaron esos diez minutos para que se fueran desdibujando Rajoy, Rubalcaba, Mas, Patxi López y la Cospedal a un tiempo. Diez minutos en los que cualquiera de estos habría conseguido aburrirnos, pero en los que Felipe González mantuvo a los espectadores sin pestañear.

Yo nunca he sido palmero de su coro pero ya ven, no sé si será cosa de la edad –de la suya o de la mía- pero si me dicen dónde hay que firmar para que vuelva, voy de inmediato. Y eso que no me olvido de aquello que le atribuía Paco Umbral: "la conmovedora sinceridad con que miente". Pese a todo, decía, firmo.


lunes, 15 de octubre de 2012

Los exentos


Contra todo pronóstico, en el mundo del fútbol se asoman algunas migajas, pocas, de sentido común. Vean estas palabras dirigidas a los futbolistas del Athletic de Bilbao: ”Aparte también tengan conciencia de que son muy jóvenes, son muy jóvenes, son millonarios prematuros, no tienen problemas, no les importa mayormente lo que va a pasar, porque todo el mundo tiene resuelto lo que va a pasar. Se permiten reírse...”.

Marcelo Bielsa
Sorprenden un poco las palabras y un mucho su difusión. Porque esto último es lo que subraya su carácter de excepción. Que un entrenador como el argentino Bielsa tenga un arrebato de sentido común y reproche a sus jugadores una actitud deportiva fraudulenta, se ha convertido en el notición de la semana y en el reflejo de la calidad moral que envuelve al mundo del fútbol. Un buen termómetro para medir hasta dónde ha subido el endiosamiento de unos chicos que se dedican a dar patadas a un balón, con el aplauso acrítico de la afición.

Un país que exige justicia contra todos, ricos, banqueros, políticos, sindicalistas… un país repleto de indignados, de parados, de 15-M, de 25-S, un país que sin embargo se rinde ante los malabares muchachos. Nadie les exige nada, ni siquiera que se apeen de tanta ostentación. Y ellos disfrutan con largueza de esa exención moral, social… y mucho me temo que hasta fiscal.

Ah, Bielsa, un apunte para vos: no han decepcionado “al pueblo”, salvo que yo haya dejado de serlo –que tampoco me importaría mucho, la verdad-. Estaba ya muy decepcionado de los futbolistas, de los entrenadores y del respeto reverencial que les tiene esta sociedad. Lo que no quita para que me parezca de perlas su sermón del vestuario. ¿Vos me comprendés?


jueves, 11 de octubre de 2012

Poniendo velas



Leer las propuestas electorales en Euskadi, Galicia o Cataluña de los partidos políticos es descorazonador. En el problema del desempleo -¿tenemos otro problema?- hay una coincidencia generalizada… en la ausencia de ideas, salvo poner velas al Gobierno, a la patronal o a Bruselas. Siempre es otro el que nos tiene que resolver los problemas, siempre asomando nuestro carácter vicario.

Salvo los consabidos “hayques”, ni una sola propuesta concreta que llevarse a la boca. Solo una, y mira que me duele reconocerlo, la de Bildu en Euskadi. No es que descubran la luna pero, algo es algo, proponen reducir la jornada laboral para repartir el trabajo, “sin que suponga una rebaja sustancial de los salarios”. En esta última frase la sustancia está precisamente en el término “sustancial”, que yo lo interpreto como que hay que reducir el salario pero no mucho. No me parece mal.

Si en vez de hacer un ERE y enviar al paro a un número de trabajadores, en una empresa se reduce y adecua el calendario laboral y se reduce la masa salarial, es una opción a considerar. En muchas empresas no será viable esta fórmula, pero puede servir para otras.

Ya lo dije en otra ocasión. Hubo un tiempo -¡qué tiempo!- en que los sindicatos proponían cosas como aquello de “trabajar menos para trabajar todos”. Y en la crisis del 92 algunos sindicatos cambiaron salario por empleo. Se aceptaba la reducción del incremento salarial a cambio de crear empleo (en la Kutxa se actuó así). Y parece que en Alemania algún paso se ha dado en este sentido.

Pero aquí, cero patatero. Todo el mundo clama al cielo por el empleo… pero siempre exigiendo que sean otros los que lo generen. Hombre, hay que comprender que en Cataluña están en un debate de muchísimo más calado: se juegan nada menos que la identitat. Quita, quita, vas a comparar las ventajas de ser un desempleado catalán frente a un parado español.


miércoles, 10 de octubre de 2012

Gastronomía-astronomía


Se decía en la posguerra: “Cuando un pobre come pescado blanco es que uno de los dos está malo”. Tiempos de necesidad, naturalmente, donde se comía para matar el hambre. Decir esto hoy es una ordinariez, pues no se trata de matar nada sino de resucitar los sentidos, de ejercitar las papilas gustativas y de morirse no de una jartá de comida sino de un atracón de excelsas emociones.
 
Uno de los objetivos de la Nueva Cocina Vasca fue la dignificación del cocinero, antes una profesión marginal. Y lo consiguió con creces –vaya si lo consiguió!-, hasta el punto de que hoy no gozan de una dignidad a secas, no, sino de una dignidad mitrada, que les ha convertido en los gurús sociales más demandados. No hay sarao que se precie que no exhiba un cocinero entre sus invitados.

Aunque ya no tenemos cocineros en la élite gastronómica, tenemos una mezcla de filósofos-alquimistas que no es que vendan humo, ¡es que te lo hacen comer! (la espuma de humo es uno de los platos emblemáticos de Ferran Adriá). Experimentarás la esferificación, las espumas de sifón, la liofilización, la encapsulación y el nitrógeno líquido. Y todo ello te proporcionará un subidón que durará lo que tarden en presentarte la cuenta, porque comprobarás de primera mano que en lo que respecta al precio, los experimentos gastronómicos salen a precios astronómicos.

“Entendemos la gastronomía como una herramienta para compartir inquietudes” leo en la web del Mugaritz. Y me sorprendo, claro, porque bastante tengo con las mías como para compartir las del amigo Aduriz. Me temo, además, que las inquietudes quizás, pero la cuenta no la compartiremos y tendré que sufragarla íntegramente de mi bolsillo. No sé, pero creo que no me van a ver mucho por allí. 

Y me viene el recuerdo de una entrevista que le hicieron al desaparecido Santi Santamaría (7 estrellas Michelín) sobre los cocineros jóvenes: “…Son una generación perdida de veinteañeros, que habrán de reciclarse porque no saben guisar ni preparar un sofrito. Son adictos al ensamblaje y a los efectos ópticos”.


martes, 9 de octubre de 2012

Escribir, correr... en Donostia


Para nadie es un secreto la afición a correr de Mario Vargas Llosa. Incluso una de sus novelas, “Historia de Mayta” comienza así: “Correr en las mañanas por el malecón de Barranco… es una buena forma de comenzar el día”. Buena novela, aunque sin llegar al impacto que me produjo “La fiesta del chivo”.

También el autor de “Tokio blues”, Haruki Murakami, es un apasionado fondista. En su discutido libro “De qué hablo cuando hablo de correr” afirma que lo que sabe sobre la escritura lo ha aprendido corriendo.

Pero más cerca en la distancia y en el tiempo, tenemos en Donostia a Ramón Candelas. Ramón es un buen korrikalari y un gran nadador, y me temo que es de esas personas que hará bien cualquier cosa que se proponga -lo que genera grandísima envidia de muchos, de manera especial la mía-. Pero sobre todo, es un espléndido escritor. Con dos novelas acabadas y finalizando la tercera.

Yo he tenido el honor –y sobre todo, el placer- de leer las dos primeras y me he quedado de piedra. Con la que inició su carrera de novelista es un excelente libro en el que un puzzle de retazos históricos y de actualidad van componiendo un relato que mantiene la tensión hasta la última de sus páginas.

Y la segunda obra es apasionante. Una trama documentada de forma magistral en una parte histórica y otra científica atrapa al lector desde las primeras páginas, llevándole de la mano por una interesantísima narración hasta un desenlace sorprendente. Yo, desde luego, he disfrutado una barbaridad con su lectura.

De momento, están sin publicar, lo que es de todo punto incomprensible, pues son escasos los best-sellers que superen en calidad y en interés las novelas de Ramón Candelas. Lo digo yo, un desapasionado y buen lector capaz de discernir cuando se encuentra ante un gran escritor como Ramón. Un tipo con el que compartir unos kilómetros corriendo por la Concha o por los márgenes del Urumea, como lo hice yo el otro día, es un auténtico privilegio.
  
Un día verán alguna de sus novelas en el escaparate de una librería. No lo duden, entren y cómprenla. Será el dinero mejor gastado de la semana. Mientras tanto, retengan su nombre.


lunes, 8 de octubre de 2012

A Markel Izagirre, con afecto


A los 88 años de edad ha fallecido en Donostia Markel Izagirre. Concejal y teniente de Alcalde del Ayuntamiento donostiarra en los primeros años de la democracia, Markel Izagirre ocuparía más adelante la Presidencia del PNV en Gipuzkoa y luego la de Eusko Alkartasuna.

Yo lo recuerdo como un político tenaz, que tuvo que lidiar en el Ayuntamiento y en su partido los momentos más complicados que se han dado en la política vasca. Pero su firmeza política no estaba reñida con su sensibilidad humana, ni fue obstáculo para que estableciera una relación de amistad con Gregorio Ordoñez, el político del Partido Popular cuyo posterior asesinato por ETA supuso una conmoción general a la que no fue ajeno Markel Izagirre, cuyo rechazo a la violencia etarra fue de absoluta contundencia.

Y ahora, en su fallecimiento, le he recordado también como un político honesto, con un profundo sentido democrático, y que defendió sus ideas por encima de intereses particulares o de partido. Un hombre que vivió para la política, no de la política; que dio mucho y no se llevó nada. Un hombre libre, en fin, que no atendió sino a su exclusiva conciencia. El páramo en que se ha convertido la vida política reverdecería con personas como él.

Y también le recordaré como el hombre que nos trató a mi hijo Asier y a mí con un afecto y una cordialidad imposibles de olvidar. Los mismos con que escribo estas líneas y con los que envío un sentido abrazo a su apreciada familia, especialmente a su hijo Sabin.

Descanse en paz.


viernes, 5 de octubre de 2012

Fartlek en el Parque de Aiete

El Parque de Aiete y el Palacio.
Acuarela de Mikel Quintana

El donostiarra Parque de Aiete es un lujo para los paseantes y para los korrikalaris.  Sus 80.000 metros cuadrados albergan un palacio neoclásico construido a finales del siglo XIX, un estanque con unos jardines en cuyo diseño intervino Pierre Ducasse, un espeso arbolado con una enorme variedad de especies, y sendas que lo recorren en toda su extensión.

Correr en verano por sus veredas de gravilla, serpenteantes y sombreadas, es un entrenamiento especial, lo opuesto a la monotonía de lo recorridos conocidos y a las series en pista –tan cronometradas, tan repetidas, tan aburridas…-. La gravilla te obliga a impulsar, en algunas de las cerradas curvas deberás frenar, acelerando en la salida, y en las cuestas tendrás que acomodar tu ritmo a la pendiente. Es un recorrido exigente, pero con todas las ventajas de correr en un entorno de naturaleza exuberante y de una belleza excepcional.

El martes, Ion y Gorka Busto, Rafa Azurza, Pepelu Fonseca, Igor Zabalbeitia, Josema Brosa y yo, nos acercamos para realizar una sesión de fartlek. Es esta una modalidad de entrenamiento de origen sueco que persigue la mejora de la resistencia del atleta. Los entornos naturales son los más adecuados para ejercitarlo, que consiste en correr en carrera continua alternando ejercicios aeróbicos y anaeróbicos, es decir, efectuando cambios de ritmo.

De Anoeta al Parque fuimos en plan de calentamiento (15 minutos). Una vez allí, el entrenamiento consistió en el siguiente trabajo: 6 minutos a ritmo rápido, 3 minutos a ritmo lento; 4’ rápido, 3’ lento; 3’ rápido, 2’ lento; 4’ rápido, 3’ lento, haciendo un último tramo rápido de 2 minutos. Después, vuelta a Anoeta trotando, estiramientos… y a la ducha.

El Palacio al fondo. Mikel Quintana
Es un entrenamiento duro, pues los caminos del Parque tienen también sus tramos de subida donde, además, procurábamos hacer coincidir los ritmos rápidos. Pero una vez terminada la sesión y recuperado el resuello, el chute de endorfinas nos hizo flotar en una nube de satisfacción. Gorka Busto, secundado por Igor Zabalbeitia, es el que mejor anda del grupo. Ha ido perdiendo peso a medida que mejoraba sus prestaciones y hoy es el macho alfa de la pequeña manada atlética, como quedó patente en el Parque.


jueves, 4 de octubre de 2012

Recuperar... la paciencia



Uno de los Premios Donostia del Festival de Cine ha recaído en Tommy Lee Jones, que aprovechó su estancia en San Sebastián para presentar su última película “Si de verdad quieres…”. Se trata de una comedia dirigida por David Frankel que describe a un rutinario y veterano matrimonio, formado por Tommy Lee Jones y Meryl Streep, que ve cuartearse sus cimientos cuando la esposa toma la iniciativa tratando de recuperar la pasión amorosa de sus comienzos matrimoniales.

Los actores cumplen con su trabajo. No hace falta descubrir la capacidad interpretativa de Meryl Streep ni de Tommy Lee Jones, quien por cierto representa con profesionalidad al perfecto carcamal. También Steve Carell realiza una interpretación contenida como terapeuta sexual. Pero esto es todo lo que yo diría, pues en el fondo se trata de una película fallida. 

Ese pueril empeño en querer recuperar sentimientos, pasiones y emociones… Como si estuviesen gobernados por la voluntad. Tan vano como intentar recuperar la magia que se siente de niño cuando llegan los Reyes Magos. Tan inútil como hacerse el propósito de enamorarse de nuevo. En su día el ex-lehendakari Garaikoetxea pedía el voto para recuperar la ilusión. Con tan ilusionante programa, no hacía más que poner en evidencia su ausencia de ideas y su declive político. Como el tiempo se encargó de demostrar.

Que lo pretenda un adolescente, pase. Pero que lo haga un adulto, sea político o director de cine, solo indica eso: inmadurez.  Y es que no somos dueños de nuestras emociones, antes al contrario, son ellas quienes se apoderan de nosotros. Salvo, claro, que uno quiera interpretar su vida bajo el método Stanislavski. El caso es que la película acaba desvanecida, con un matrimonio entrando en la tercera edad queriendo recuperar la segunda juventud. Qué paciencia.


miércoles, 3 de octubre de 2012

El ministro Wert


Lo de Wert es un ministerio… y un misterio. Hasta que juró el cargo de ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert había sido uno de los más agradables tertulianos que aparecían por la televisión. Amable, sonriente, educado y con una loable prudencia y sensatez en sus opiniones. Su profesión de sociólogo se dejaba notar de forma muy positiva cuando tocaba analizar datos de encuestas o elecciones.

J.I.Wert. Foto de Público (EFE)
Pero le hicieron ministro y todo se hizo añicos. Se escudó tras un semblante tenso y se metió en todos los charcos posibles hasta conseguir lo que yo nunca hubiera imaginado: ser el ministro peor valorado del gobierno de Rajoy. Lo que, seamos serios, no es tarea fácil de lograr sin una firme determinación.

Y para más INRI, sin poder achacar su desfavorable evaluación a ningún tropezón, ni físico -tipo el Rey al bajar unas escaleras-, ni tridimensional –tipo el Rey en Bostwana-, ni tampoco a un desliz verbal o a una cursilada tipo Zapatero: “La tierra no pertenece a nadie, salvo al viento”. Nada, es como el ciclista que llega el último no por una caída, no por un desmayo, no; solo porque todos los demás le han dejado atrás.

Yo haría un intento serio por corregir el rumbo, pero por si acaso no lo consigo, me dedicaría a dejar una huella imperecedera. Que aprenda de Federico Trillo con el inicio de aquella intervención cuando sus tropas asaltaron la isla de Perejil: “Al rayar el alba y con viento flojo de levante…”. Con algo así ya no te acuerdas de las cosas que hizo o deshizo Don Federico. ¡Qué va! Te acuerdas de la frase y te lo imaginas con gorra de plato y con prismáticos en el puente de mando de un crucero de la Armada… Pues así se escribe la historia, al menos la de Trillo. Y manda huevos que se lo tenga que recordar yo.


martes, 2 de octubre de 2012

Esto del correr


Son las 8,30 h. de la mañana del domingo, el litoral donostiarra se puebla de atletas y la playa de Gros de surfistas. Los atletas corren en grupos, charlando y discutiendo, y también enfrascados en su soledad. Se nota la proximidad del maratón y de la clásica Behobia, aunque son muchos los que, como yo, corren sin más objetivo que el puro disfrute que proporciona hacerlo en buena compañía.

Esto del correr no es sino otra paradoja más de la vida. En tiempos de escasez la salud se mide en grasa y en michelines, pero cuando impera la opulencia la salud adquiere forma esquelética. Lo dicho, unos mueren de hambre, otros de colesterol.

De pie: Pepelu Fonseca, Igor Zabalbeitia, Josema Brosa
Aitor Bellosillo y José Luis García Murga. Agachados:
Javier Barace, Karmele Mitxelena, Carlos Hernando,
Rafa Azurza y Txema Lakidain.
La gente corre por motivos varios. Para algunos es un divertimento sano, para otros una ansiedad; algunos son adictos a las endorfinas y otros han sustituido su credo, fanatismo incluido, por las zapatillas. También los hay que corren para combatir la edad -¡incluso hay quien pretende vencerla!-, o para retrasar lo inevitable: el divorcio de la mente y el cuerpo.  

Nosotros nos juntamos los que aparecemos en la foto. Hay ausencias de domingueros habituales: la de los hermanos Ion y Gorka Busto, la de Pello Esnaola, la de Mikel Beristain, la de Juan Carlos Fano, la de Igor Ayerbe... En cambio, una incorporación parcial, la de Txema Lakidain, que se recupera poco a poco de su larguísima lesión de rodilla, y otra, la de José Luis García Murga, el fornido exdelantero centro del C.D. Berio de Carlos Benito y atleta popular recién llegado. Quiere hacer la Behobia y dispone de una calidad de fondista impensable en un deportista cuyo 90% de actividad discurre entre pesas y mancuernas.

Salimos de Sagüés y recorremos el Paseo Nuevo, el puerto, la playa de la Concha y nos dirigimos hacia Lugaritz. Allí cruzamos por el antiguo túnel del topo y salimos en Amara. Volvemos por el río hasta el Kursaal y terminamos donde habíamos salido. Hemos recorrido 12,5 kms. a un ritmo medio ligeramente superior a 4,30 minutos el kilómetro.

Una mañana perfecta para correr. En el camino nos hemos cruzado con numerosos atletas: Joserra Basterra, Manolo Loro, Angel Castrillo y un largo etc. También con Ramón Lertxundi, que creo que va a ser el siguiente fichaje a cerrar. La próxima salida va a consistir en recorrer el embalse de Artikutza. Debe tener una larga y exigente subida y luego un recorrido llano que dicen ser preciosísimo. Veremos.


lunes, 1 de octubre de 2012

Cuando el otoño se levanta


La tierra verde se ha entregado
a todo lo amarillo, oro, cosechas,
terrones, hojas, grano,
pero cuando el otoño se levanta
con su estandarte extenso
eres tú la que veo...

Pablo Neruda


El otoño pone color a la melancolía y nos advierte de que el árbol de la vida pertenece a una variedad caduca. Pero todavía tenemos tiempo, todavía podemos levantar la mirada y caminar erguidos apartando el hastío. Podemos ser mejores, podemos ser soberanos de nuestra vida mientras la salud, nadie más, no nos lo impida. Nuestro destino gobernado por la voluntad, no por la rutina, no por la desidia, no por el cansancio. Sentir la ansiedad por ver de nuevo a la persona amada, saber que el invierno será menos frío gracias a ella, recordar, en fin, que el amor puede salvarnos. 

El otoño va tiñendo el horizonte con su paleta de ocres y nos tienta a refugiarnos en la nostalgia, en el recuerdo primaveral. Pero siempre tendremos más futuro que pasado por vivir. ¿Qué es el mejor recuerdo, sino una fugaz satisfacción?

El otoño es para vivirlo, para sentirlo, para olerlo, para aspirarlo con fuerza. Para mostrarnos como somos: débiles, imperfectos, temerosos... pero decentes.